Al margen de la ayuda que brindan los abuelos a los padres para cuidar a los niños, los abuelos pueden aportarles otras muchas cosas: tiempo, paciencia, experiencia, tolerancia… y un sentimiento de familia extensa, de estirpe, de tener unas raíces que vienen del pasado.
También dan a los pequeños la valiosa posibilidad de diversificar sus relaciones de apego más allá de papá y mamá.